Momentos

Hay momentos en la vida de toda inquilina que no se pueden quedar ahí en el recuerdo, porque el recuerdo es traicionero…. Y puede que, a veces, en las pequeñas cosas, no sea recordado.

Llevamos cuatro años y medio juntas y, cada día, es más persona, más autónoma, más poderosa en sus ideas, más mayor…. Más bonita en definitiva.

Es cierto que agota algunas veces, porque sabe qué quiere y cuándo lo quiere, normalmente ese «cuando lo quiere» es en el momento. Entonces negociamos un poco y tratamos de enseñarle LA PACIENCIA

Poca tengo yo….. Así que podéis imaginar la que tiene ella.

Pero bueno, es lo de menos. Es un auténtico amor y directamente os lo digo, estoy ciegamente enamorada de ella.

Como nuestro tiempo juntas es toda su vida, imagino que ella no concibe mi vida sin ella, no concibe que hubo un día que no estaba junto a nosotros.

El otro día le enseñé un vídeo de mi boda y empezó a llorar desconsoladamente… un llanto… Le pregunté qué le pasaba y me dijo que esque ella quería estar conmigo, que ese día ella quería estar conmigo y que no pudo, que ella se acordaba………
Y más llanto

Os podéis imaginar mi desconcierto porque ella en aquella época no estaba ni en mi vocabulario…. Así que no podía hacer nada, no más que abrazar e intentar entender.

Acompañar en ese momento es cumbre. Acompañarla en su propia tormenta hasta que salga su sol. Objetivamente os digo que esta muchacha es un encanto (jijiji)

He reconocer que en mi casa mi chatungo acompaña mejor que yo. Y eso me gusta, y no me gusta. Tengo trabajo personal aquí, ¿a que si?

¿Por qué tendré tan poca paciencia??

Con tan solo una sonrisa

Estoy sonriendo al recordar  cómo se empiezan a solucionar las cosas entre la inquilina y yo.

Resulta que con sus tres años y pico ya, tiene un genio que nos sorprende.

Sus tratos, sus juegos y conversaciones, sus cuentos, su nueva obsesión por los poloflás… Es una niña ya en toda regla.

Todo me gusta y todo me asusta, me da sensación de que el tiempo se me está escapando sin darme cuenta, el día a día me obliga a tener un ritmo casi sin aliento haciendo cosas y cosas y cosas y más cosas.

Realmente estando siempre pendiente de siete mil cosas me pierdo lo mejor….. Esa sonrisa

El otro día, después de un día normal de ama de casa, llega la hora de acostarse, especialmente estaba cansada, era de esas veces que no puedo más. Esa noche mi inquilina empezó a toser y a no poder dormir. Yo cansada sin fuerzas, ella mala sin fuerzas, lógicamente casi lloramos a la vez.

Buscamos maneras de parar esa tos, ni la cebolla, ni sonar los muchos mocos, ni nada de nada. No servía nada.

Nos fuimos al salón, nos abrazamos bajo una manta, si…. Si…. Suena a película, y caímos rendidas, el sueño nos venció.

Tan dulce y tan bonito, que al despertar y mirarla abrió los ojos y me sonrió. Ahí terminó todo. Me dijo que se iba a dormir a su cama…. Y que me quedara tranquilita allí en el sofá.

Y así fue.

Desde entonces, después de cada pataleta, me suelta una sonrisa de la paz a modo de «hasta aquí llegó todo, que haya paz» y ya está.

Es graciosa la inquilina.

Por qué pasa el tiempo tan rápido? Donde está mi bebé?

Voy necesitando un bebé

Semana Blanca

La semana blanca son las vacaciones que hay antes de Semana Santa. Una semana sin colegio estupenda para preparar los exámenes trimestrales para los estudiantes pubertones adolescentes.

Los más pequeños,y entre ellos mi Inquilina, también cogen vacaciones.

Empecé la semana un poco nerviosa, mi rutina desde luego tendría que ser otra y cerrar un poco los ojos a la casa para jugar y disfrutar juntas. Esa fue la mejor decisión pues no hemos parado.

Parque, sol, viento (demasiado) y lo mejor nosotras.

Hacía mucho tiempo que no estábamos la una para la otra. Y he notado muchos cambios en las dos.

Mi inquilina por fin se viste ( más o menos) sola. Me ha venido genial, esa es la verdad. Pienso que al haberla prestado mucha atención, eso ha repercutido positivamente en su evolución a pasos agigantados. También está muy cariñosa y recibir besitos me llenan de vida.

Esta semana también tomé otra decisión. Dar un paso atrás y observar desde lejos. Dejarla un poco libre en el parque con lo que yo soy de pesadísima. En definitiva, confiar en el sistema.

Y eso no es otra cosa que dejarla hacer, porque el parque y todo área infantil esta preparada para ellos. Confiar un poco más en el bien hacer de mi inquilina también ha ayudado. No conocía lo que era sentarme debajo de un árbol a contemplar el juego de la chica….

Alucino enormemente con las de cosas positivas que se puede conseguir tan solo prestando atención y dando cariño y comprensión.

Una semana enriquecedora.

Hablando se entiende la gente

Hoy me he dado cuenta de una cosa. Mi inquilina ya no es un bebé (ole yo… ¿Verdad?)

Hoy hemos tenido una charla sobre lo que esta bien y lo que no.

Esta bien dar besitos y no esta bien dar empujones ni mordiscos.

Siempre me han instado a explicarle las cosas, pero como me parecía muy pequeña, lo primero que pienso siempre es que no me va a entender, pero es falso eso. Ella me sigue y me cuenta cosas.

Hoy he alucinado

Resulta que mi amiga va a tener un bebé, va a explotar de un momento a otro, está preciosa, y justo hoy hemos ido a contemplar su embarazo en fase final, para que no se nos notara mucho las ganas de fiesta con los pequeños, hemos tenido la idea fabulosa de llevarle regalitos. Todos hechos por nosotras, todos hechos con una enorme ilusión, pues ese niño es como si fuera nuestro sobrino.

Niños de aquí para allá, corriendo jugando y charlando, compartiendo (a medias por lo menos mi inquilina) y disfrutando. Es casi un sueño hecho realidad.

Al final, cuando mi inquilina estaba ya muy cansada, uno de los amigos se ha unido a su juego, ahí se ha parado el mundo inquilinés y ha empezado todo.

En el aire la he pillado con la boca de tiburón para pegar un mordisco, después un empujón….. Estaréis de acuerdo conmigo con que ESO NO PUEDE SER

Así que luego en el coche hemos hablado de todo, de lo bien que lo hemos pasado y de aquel percance…. Pregunté sin ilusión de que se acordase pero si, ella sabía que no había hecho algo bueno, y sabía también qué cosa concreta era.

Después de exponer lo que le había pasado (yo, a todo esto, alucinada perdida) ha escuchado mi explicación y mi recomendación de no hacerlo más.

A los amigos no se les muerde…. Nosotros no mordemos.

Parece que se ha quedado conforme.

Pero más allá…. Me ha escuchado, me ha explicado cosas, me ha entendido.

Me ha encantado, he llegado a la conclusión no solo de que ha crecido, sino de que le debo animar a contar más cosas.

San Valentín…. y yo con estos pelos

Es una fecha que sin querer ni creer del todo siempre marco en el calendario.

Se trata del día del amor…… AMOR… una palabra que engloba mucho, a veces tan superficial, a veces tan íntima.

Hoy parece que tiene que ser romántico a la fuerza. Y hay tantas cosas románticas que pasan en nuestro día a día…

No se si es que he madurado, si es que me he acomodado…. O que.

Siento el amor como un todo, pero con tranquilidad.  Me paso el día acomodando la casa para que los míos estén bien en ella, y cuando llegan, al ver que se relajan no más entrar por la puerta me encanta (esto es más efectivo con chatungo que con la inquilina)

Parece que no, pero el control de lo que comemos, para que coman bien, para que estén sanos…… Es un acto de amor.

La temperatura de la casa para que no pasen frío, todo ordenado para que lo encuentren todo…. Me mueve el amor que siento… Y no lo cambio por nada.

A nivel pareja nos complementamos; tengo suerte por estar con alguien que me hace reír, tengo suerte por estar con alguien que siempre ve el vaso lleno, tengo suerte con mi compañero de camino, porque me conoce mejor que yo misma, y porque, pese a todo, me quiere y hace TODOS LOS DÍAS del año que me sienta maravillosa, me apoya….. Y busca maneras de crecer.

Porque el amor, para mí, ahora mismo, también incluye el cuidado de uno mismo. Quererse, comprenderse…..

En el momento en que dejas de soñar, de querer crecer…. De vivir con ilusión los días…. Qué queda? Qué puedes compartir?

El amor….

Es una palabra tan pequeña y tan grande…

San valentín es un día bonito, señalado y todo…. Confieso que me gustan las rosas amarillas (lo dejo caer).

Pero me encanta el día a día, con sus cosas y sus retos, con la compra y el mercadillo de los jueves, con el colegio y las meriendas en casa, en calor de mi hogar, mi pequeña gran familia (ahora me viene a la cabeza algo que dicen en frozen «it’s true love» y lo es)

Me estoy convirtiendo día a día en un ama de casa convencida y plena, y todo es gracias al amor que siento por estos que viven conmigo.

El pijama de Leo

Hace unos días, trabajaba yo en casa y necesitaba silencio y quietud. Por tanto mi chatungo, que dicho sea de paso, merece que le hagan una estatua condecorativa, se fue con su inquilina a ver a los primos.

Fueron para merendar y terminaron cenando. Con eso ya os digo que la niña disfrutó mucho más de lo que pensaba.

Un poco antes de la cena se dispusieron a ponerse sus pijamas y como no tenía qué ponerse mi chica, por ir a la par, le pidió a su tía un pijama, imagino que mi cuñada se sonreiría ante la pequeña petición, y buscaron uno pequeño para ella.

Lo que hacían los primos ella también lo hacia. No falla, aprende mucho con ellos, y como los niños son tan buenos, siempre cuando se juntan es maravilloso. Es verdad que empiezan a crecer y a sentir aburrimiento real cuando ésta solo quiere jugar a cosas de chicas. Pero se entienden, ya os digo, es genial verlos.

Ese día se puso el pijama de L
eo y ya nunca más quiso quitárselo.

Es así.

Se levanta por la mañana y hay que negociar un rato para ponerse el uniforme, y al llegar del cole rápido se lo pone…. Su pijama nuevo de Leo.

Es completamente de niño con camiones y todo, pero eso a ella le da igual, es de Leo…. Su primo Leo. (Otra estatua condecorativa para Leo)

Es curioso todo lo que hay alrededor de esto, el tener un pijama de su primo imagino la hace feliz, es como un tesoro.

Disfruta con pequeñas cosas, pero a lo grande. El otro dia se lo manchó de comida y lo metí en la lavadora, un lavado rápido para secarlo rápido. Como buena ama de casa me dispuse a hacer mis tareas y olvidé estar pendiente de la lavadora para tender la ropa no más terminar el lavado y así aprovechar el sol. Lo recogí un poco más tarde y todo se ralentizó. Mi inquilina no tuvo su pijama nuevo de Leo a tiempo…. Aquello no le gustó nada.

Aun llora cuando se acuerda. A mi me hace gracia ahora, pero en el momento me dio pena.

Cualquiera piensa ahora en devolverlo

He probado tb a ponerle una sudadera polar (con el frío que hace) de Leo también. Ella encantada, aunque Mosqueada también cuando no se lo iba a dejar puesto para dormir.

Si por ella fuera pijama y sudadera la fundiría en su piel. Pero eso no se puede hacer.

Ahora toca, muy poco a poco, ir quitándole prenda a prenda.

Qué inocente es la pobre